martes, 20 de marzo de 2018

Denuncian al alcalde de Ferrol por delitos de estafa y prevaricación por el cobro de la tasa de saneamiento


La Plataforma na Defensa dos Servizos Públicos plantea, asimismo, la posible existencia de dejación de funciones por parte de Jorge Suárez o incluso un delito ecológico
La Plataforma na Defensa dos Servizos Públicos ha presentado en el Decanato de los Juzgados de Ferrol una denuncia contra el alcalde, Jorge Suárez, y Emafesa por delitos de estafa y prevaricación por haber pasado al cobro dos facturas por una tasa de saneamiento que había aprobado el PP en el anterior mandato y que, según señalan, no se corresponde con el precio real del servicio. En esta línea, recuerdan que el propio regidor había reconocido esa sobrevaloración y que, por esa razón, la suspendió en su día, pero posteriormente, el 15 de noviembre pasado decidió reactivarla. 

El PSOE asegura que, además de no ajustarse al coste real del servicio, no se puede pasar al cobro porque ni siquiera está aprobado el padrón y también es necesario publicarlo antes en el BOP. La Plataforma, por su parte, sostiene que o Concello está incumpliendo varios artículos de la Ley de Tasas y Precios Públicos, tanto por no devolver los 800.000 euros que se cobraron ya tras la aplicación de la tasa en el anterior mandato del PP, como por el hecho de que el importe no puede exceder del coste real del servicio.
 
Carmela López
Ferrol 19/03/2018 14:34 h
https://www.lavozdegalicia.es/noticia/ferrol/ferrol/2018/03/19/denuncian-alcalde-ferrol-juzgado-supuestos-delitos-estafa-prevaricacion-cobro-tasa-saneamiento/00031521464152702202520.htm


19-03-2018 / 16:09 h EFE

La Plataforma en Defensa de los Servicios Públicos de Ferrol ha cursado hoy una denuncia contra el alcalde de la ciudad, Jorge Suárez, por dos supuestos delitos de estafa y prevaricación.

La denuncia se basa en el inicio del cobro de la tasa de saneamiento, que este colectivo considera que no se ajusta al coste real de la prestación.
Las entidades denunciantes han extendido su reclamación a la Empresa Mixta de Aguas de Ferrol, que afronta la recaudación por el tributo. La compañía está participada al 51 % por el Ayuntamiento y al 49 % restante por el Grupo Dragados.

En el escrito, las asociaciones demandantes incluyen, "si correspondiera", a los concejales que con "sus votos y decisiones posibilitaron la consumación de los presuntos delitos".

De este modo, cargan contra las facturas ya emitidas en enero y febrero de 2018 por este servicio, "muy abultadas y que no se corresponden al precio real", en su opinión.

Además, han criticado que el regidor, "en vez de revisar la tasa, da la orden de pasar a cobro las facturas a sabiendas de que están abultadas".

Según la plataforma local, Suárez se comprometió en pleno de la corporación municipal en noviembre de 2017 a la "revisión inmediata" del impuesto, no sustanciada hasta ahora.

La denuncia, asimismo, refleja que su estudio de costes desvela un importe "un 31 % inferior no ya al de la tasa que están aplicando ahora", que se remonta a mayo de 2014, "sino a la propuesta en el segundo informe de Emafesa", de noviembre de 2016.

"La tasa de 2014, ahora habilitada, se utiliza para el cálculo del precio de las facturas que se están girando a la vecindad", ha incidido.

Finalmente, las entidades han aludido a un informe de Augas de Galicia de 2016, destinado a la Mancomunidad de Ferrol, "donde se desprende que el cálculo de consumo eléctrico que hace Emafesa está aumentado, así como los caudales a depurar".
De esta manera, ha resaltado que el importe de la tasa "está calculado sobre estimaciones, no sobre costes reales".

Los colectivos han lamentado que se incluya "el saneamiento rural, hasta ahora inexistente".
A Ferrol en común parece que las cosas han dejado de irle tan bien como parecía que iban a irle; en parte debido a errores propios derivados de la inexperiencia y de la propia naturaleza de un proyecto de aluvión que pretendió llegar al poder sin antes haber procedido a una decantación de elementos oportunistas.

Vivir sin principios tiene consecuencias. Ya podemos legislar, crear normas de transparencia, declaración de bienes, de actividades… Sin principios, no hay nada. Prescindir de un ideario político se trueca en mantener, por encima de todo, una posición política. El poder por el poder.
 
Hemos metido en nuestra casa a unos extraños, que prometían lo imposible y no tenían experiencia alguna ni en gestión, ni en gobierno.
Una de las actitudes más imperdonables en la actividad política es la incoherencia. Decir una cosa y hacer otra, es un ejercicio de travestismo político que denigra al que lo hace, con independencia de si el resultado de la farsa le es favorable.
Hoy puede palparse un cierto desencanto –todavía no cristalizado en rechazo– en muchos de los que acudieron, entusiastas, a integrarse en una formación que se decía radicalmente democrática y cuya imagen era fresca, desenfadada, radical en el mejor sentido de la palabra.
La conclusión es clara, para que la política sea una actividad valorada por los ciudadanos, los políticos que la ejerciten deber ser antes que nada coherentes. Y lo dicho aquí vale para todos —sean de la ideología que sean—, que de verdad quieran servir a sus ciudadanos y estén dispuestos a sacrificarse en beneficio del interés general. Si no lo están que se queden en su casa, que políticos incoherentes sobran en la política española.
Estos progres, como todos hemos podido ver cuando nos tropezamos con ellos, es que son de ideas de izquierda, y cierta inquietud intelectual. Son  burgueses que no reconocen serlo, que no renuncian a su vida cómoda, pese a que dichas comodidades materiales que tanto aprecian vienen de su principal enemigo: el capitalismo. Pero nadie dijo que el progre viva de forma coherente con sus ideas; de hecho, es uno de sus rasgos característicos allí donde lo encontramos. Primero renuncian al coche oficial para terminar usándolo. Después prometen terminar con las leyes injustas de los desahucios para luego terminar echando a las familias de sus casas.
 Nos hacen creer que han venido para redimirnos. Se consideran en posesión de una superioridad ética y moral y nos perdonan por nuestros pecados, fruto sólo de nuestra ignorancia, pero no dudan en darnos motivos para alcanzar su fe, comunicarnos su catecismo y hacernos comulgar con sus ideas.
Vivimos en un país donde reina el "haz lo que digo pero no lo que hago". Y a pesar de que la incoherencia genera desprestigio en todos los campos de la vida, a ellos les da lo mismo. Sencillamente, porque ni les importa ni les afecta.

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