jueves, 7 de mayo de 2015

Para D. Manuel Sanchez Monge, con cariño





Tengo muchos motivos para elevar mis Oraciones a Dios por todos los beneficios que he recibido por medio de Monseñor Sanchez Monge.
Un obispo que me recuerda al Jesús de los Evangelios. Un obispo entregado a las circunstancias vitales de los demás.

Un obispo conciliador donde los haya. Un obispo de todos y para todos. Un obispo trabajador. Un obispo del que me duele desprenderme.

Un obispo en consonancia con las enseñanzas de su Maestro, que dio prioridad a las debilidades, a la comprensión, y al perdón.

Un obispo, mi obispo, al que admiro como persona comprometida y consecuente con lo que es y representa. Un obispo al que voy a echar de menos. Un obispo, digno sucesor de los apóstoles, que ha colocado el listón muy alto durante los cortos años que ha dirigido esta Diócesis.


¡Qué pena que le cambien de diócesis, querido don Manuel! Vamos a ser bastantes los que le vamos a echar en falta. Siga así y cuente siempre con mi reconocimiento y consideración y el de otras muchas personas de esta tierra que le acogió con esperanza y se ven obligados a despedirle con desgarro del corazón, no exento de un cierto sabor agridulce, no tanto por lo inesperado de su marcha, hasta cierto punto previsible



De una manera muy especial y personal agradezco a Dios por haber tenido un Obispo muy cercano, una persona que me ha brindado su confianza, amistad y sobre todo por el cariño y la comprensión de Don Manuel.


No tengo palabras suficientes de afecto, cariño y gratitud para usted.

Gracias por haber estado entre nosotros y habernos regalado unas líneas tan claras de compromiso humano y cristiano. Usted es un don de Dios para la Iglesia y el pueblo De Ferrol y en nosotros deja un imborrable recuerdo de bien hacer.

¡Gracias por haberle podido tener como pastor y guía!

Espero que en Santander corone con gozo su vida episcopal y lleve la experiencia y el fruto de estos inolvidables años ferrolanos

Gracias D. Manuel. Un fuerte abrazo 

José Carlos Enríquez Díaz

2 comentarios:

  1. OYE DÓNDE HAY UN obispo asi? Los que yo conozco ni saludan, llegan tarde y no se disculpan, caminan como pavos reales. SOS Necesitamos Obispos cercanos que como Usted dice muestren a Jesucristo minimo con un sonrisa y "entregados a las circunstancuas vitales de los demas" como bien escribe. OH Dioz envia tu Espiritu que Renueve la fas de la tierra. Maran atha

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  2. Ojalá fueran así todos los obispos. Y... ¡así debieran serlo todos! José Carlos, has tenido un gran don. Saludos, Josemari

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