martes, 26 de mayo de 2015

Monseñor Manuel Sánchez Monge Obispo, electo de Santander y Mena, llega con intención de conocer "uno a uno, por su nombre"

Monseñor Manuel Sánchez Monge Obispo, electo de Santander y Mena, llega con intención de conocer "uno a uno, por su nombre" a sus fieles y quiere implantar el 'estilo Osoro' para recuperar a los Jóvenes
Deseo que el nuevo obispo de Santander sea un obispo cercano, que responda a los retos de hoy, profeta que anuncie y denuncie, evangelizador.
Osoro vive en un hogar de ancianos en Aravaca, a 20 kilómetros de Madrid, visita cárceles, ha recorrido —¡sin prensa!— poblados chabolistas y se presentó un día en la parroquia de san Carlos Borromeo, que Rouco quiso cerrar por díscola. También acudió a rezar con los curas del Foro de Curas, siempre perseguidos. Es el modelo Francisco. “No hago nada extraordinario. Cumplo con mi misión, que es la de Jesús. Como él, estoy abierto a todo el mundo, sin descartar a nadie”.
El libro "Carlos Osoro. El peregrino", del periodista Jesús Bastante, dibuja un semblante del  arzobispo de Madrid y lo presenta como un hombre cercano al que sufre y alejado del mundo de la política.

"Un obispo no puede estar detrás de una pancarta si la pancarta no es de todo el mundo", así resume Bastante la forma de pensar de Osoro que busca "tender puentes" y ser "obispo de todos, aunque no sean católicos".
Tomado del blog de Xabier Pikaza:
1. Es precisa una nueva presencia en la vida de los hombres y mujeres, empezando desde la calle y no desde la catedral o el palacio episcopal…Éste es el estilo de Osoro.
2. Resulta necesaria una nueva evangelización desde la vida concreta, sin apelar a la política del poder, sin intervenir desde arriba (con presión de calle) en los asuntos de la sociedad civil… Éste cambio va a ser fundamental, para retomar algunos aspectos fundamentales de la era Tarancón, para poder realizar esta segunda transición cristiana que está llamando a nuestras puertas.
3. Me parece positiva su forma de entender las familias, de valorar y promover el matrimonio, pero sin condenar a los divorciados, ni cerrarles el camino de los sacramentos…También me resulta valiosa su forma de condenar el aborto, pero sin juzgar y condenar desde arriba a los que abortan, ni querer cambiar la situación a través de un cambio de leyes civiles, sino con humanidad, con formación, con otros medios humanos y cristianos.
4. Me parece positiva su forma de entender la sociedad, de entrar en ella desde abajo (desde el pueblo/pueblo), pero sin excluir a nadie. Estamos ante una Iglesia que debe abandonar toda pretensión de poder, todo pacto con las instituciones imperantes, para entrar de lleno en la vida de las personas.
5. También pienso que es clara su forma de situar el tema de la “presunta” pederastia de algunos miembros del clero, en gesto de radical rechazo, de condena de los abusadores, de ayuda a los abusados… pero abriendo para todos las puertas de un cambio y reconciliación (siempre desde la verdad y la justicia, sin privilegios clericales….)
6. Y para acabar, me parece, sobre todo, básico su nuevo talante de “escucha”, reconociendo un espacio para todos en la vida de la iglesia…



No hay comentarios:

Publicar un comentario