sábado, 15 de febrero de 2014

¿A quién crees, a los inmigrantes o a la Guardia Civil?



De entre todas las conclusiones que nos deja la muerte de quince personas en aguas fronterizas de Ceuta, yo me quedo con una derivada nada secundaria: los inmigrantes decían la verdad. Y los responsables de la Guardia Civil mentían.
Hemos estado una semana escuchando la versión oficial de Interior y de la Guardia Civil: declaraciones, notas de prensa, vídeos y comparecencia parlamentaria. En paralelo, hemos escuchado las voces de los supervivientes, que sostenían una versión completamente diferente a la oficial. Si las autoridades comenzaron diciendo que no habían intervenido, que todo había sucedido en el lado marroquí, y que no habían empleado material antidisturbios, las personas supervivientes hablaban de falta de auxilio, disparos de pelotas y expulsiones en caliente.
Mientras los inmigrantes han mantenido su versión desde el primer día, los responsables de Interior la han ido cambiando día a día, hasta que ayer el ministro admitió el uso de material antidisturbios también en el agua, y las expulsiones en caliente. Hasta que las pruebas se hicieron incuestionables, se dedicaron a negarlo todo, justificar lo que ya no podía ser negado, y finalmente amenazar con querellas a quienes no tragasen con la versión oficial.
Es decir: los inmigrantes dijeron la verdad, y los mandos de Interior mintieron. No solo mintieron: insistieron en la mentira durante una semana, desinformaron mediante un vídeo manipulado para culpar a los propios inmigrantes, acusaron a los discrepantes de hacerle el juego a las mafias. Y todavía hoy no estamos seguros de que la última palabra, la del ministro, sea cierta o aparezcan nuevas contradicciones.

Bruselas amenaza a España con un expediente por disparar pelotas de goma

El lanzamiento de pelotas de goma contra un grupo de inmigrantes por parte de la Guardia Civil continúa metiendo en aprietos al Gobierno español. Después de que tanto el delegado del Gobierno en Ceuta como el director de la Guardia Civil desmintieran estas prácticas, el ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, se vio obligado a admitir el jueves en el Congreso de los Diputados que el pasado día 6 efectivamente se dispararon bolas de goma, en un episodio en el que murieron al menos 14 inmigrantes. Ahora los problemas no le llegan por las críticas de las ONG o de la oposición: es la Comisión Europea la que exige explicaciones y amenaza con la apertura de un expediente.
http://politica.elpais.com/politica/2014/02/14/actualidad/1392388642_709684.html
Hay muchos modismos que se suelen emplear cuando nos referimos a los inmigrantes que nos llegan: morenos, negros, moros, espaldas mojadas, transeúntes, ilegales, marginados, nuevos pobres…
            Casi siempre son palabras que esconden una actitud negativa, en ocasiones despectiva o racista y, a lo sumo “caritativa”. Muchas veces los tratamos con muy buena voluntad, pero como indigentes y necesitados. Cuando llegan a una ciudad se les indica el camino más cercano de un comedor de Cáritas, de un albergue público, de una parroquia o de una ONG que les saque del apuro cotidiano y que les pague un viaje a otra ciudad donde repetir la historia. Y así entran en esa maquina de la dependencia y la “caridad”.
            Quisiera partir de una clave diferente: son trabajadores. Hoy hay trabajadores fijos y temporeros, trabajadores ocupados y trabajadores en paro, trabajadores de convenios y trabajadores de economía sumergida. Está tan estratificada la clase obrera que muchos dicen que se acabó, que eso es del pasado.
            Cuando veo a los inmigrantes siento que hay aun otra categoría dentro del mismo mundo obrero: Hay trabajadores del “primer mundo” y trabajadores del “tercer mundo”. Estos inmigrantes son trabajadores de países donde el paro es impresionante y donde la economía de una familia resulta una aventura sobrevivir cada día. Y vienen buscando un empleo, un trabajo, que se respete su dignidad de trabajador. No es lo mismo contemplarlos como indigentes y marginados, relegándolos a ser mero objeto de los servicios sociales, que verlos desde otra clave que les permita ser sujetos de su liberación y de su inserción. Cometemos el mismo grave error con nuestros parados. Sin quererlo, convertimos a los parados y a los inmigrantes en marginados y los introducimos en la rueda del asistencialismo.
            No se trata sólo de llevarlos a ONG o a Cáritas, sino de ayudarles a recuperar su dignidad, de invitarles a entrar en el carro de la historia. Hay que ayudarles a que se sientan trabajadores en busca de un empleo, no de la “caridad” social.

 El Papa Benedicto XVI en su primera encíclica, Deus Caritas Est , hablaba de la “caridad social”, diciendo que la llamada cristiana para la realización de acciones caritativas nace del amor, pero que “el amor necesita también una organización, como presupuesto para un servicio comunitario ordenado” (Deus Caritas Est 20). El Papa indica que la caridad social se dirige hacia la transformación del orden social, aunque, en este proceso, el Estado y la Iglesia tienen funciones diferentes:
La Iglesia no puede ni debe emprender por cuenta propia la empresa política de conseguir una sociedad que sea lo más justa posible. No puede ni debe sustituir al Estado. Pero tampoco puede ni debe quedarse al margen en la lucha por la justicia. Debe insertarse en ella a través de la argumentación racional y debe despertar las fuerzas espirituales, sin las cuales la justicia, que exige también siempre renuncias, no puede afirmarse ni prosperar. La sociedad justa no puede ser obra de la Iglesia, sino de la política. No obstante, a la Iglesia le interesa sobremanera trabajar por la justicia esforzándose por abrir la inteligencia y la voluntad a las exigencias del bien (DCE 28).
Según eso, la misión social de la Iglesia se expresa en la línea de la liberación de los oprimidos. La Iglesia busca
a) la conversión de los opresores
b) y la eliminación de las estructuras de opresión.

 Ya en el Antiguo Testamento, en su primer libro, el Génesis, se nos dice:  “El que derramare sangre de hombre, por el hombre su sangre será derramada; porque a imagen de Dios es hecho el hombre”. Ya en el Nuevo Testamento se nos lleva al límite pregonando el amor a nuestros enemigos. Creo que a los que conocen un poco la Biblia no hace falta insistir en esto. Es por eso que yo insisto que los derechos humanos deben tener sus primeros valedores entre los seguidores de Jesús.

Hoy, desgraciadamente, vivimos en un mundo violento que hay que denunciar y evangelizar toda cultura en donde se dé lugar a la violencia. Esta violencia, crueldad o tortura va mucho más allá del sufrimiento humano por el que tiene que pasar la propia víctima. Esa sangre o dolor clama acusándonos a todos, nos hace cómplices, nos demanda denuncia y compromiso. La Biblia nos lo demanda también para no caer en el pecado de omisión de la denuncia o, en su caso, de la ayuda o liberación de la víctima.

¿Dimitirá el director de la Guardia Civil?


El director de la Guardia Civil, en el centro de la polémica política por el escándalo de Ceuta
http://www.huffingtonpost.es/2014/02/14/guardia-civil-ceuta_n_4786174.html
La comparecencia del ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, en el Congreso por el trágico episodio en la frontera de Ceuta del pasado día 6 ha levantado una auténtica polvareda política que ha colocado en el centro de la polémica al director de la Guardia Civil, Arsenio Fernández de Mesa, al que la oposición le acusa de ocultar la verdad.
Todo ello por el reconocimiento del ministro de que la Guardia Civil usó pelotas de goma, botes de humo y cartuchos de fogueo para disuadir a los inmigrantes que intentaban llegar a nado a la costa de Ceuta desde Marruecos. No obstante, el ministro precisó que se lanzó este material antidisturbios desde tierra y con efecto disuasorio, y nunca contra los inmigrantes.

La Comisión Europea (CE) pidió este viernes aclaraciones a España sobre el lanzamiento de pelotas de goma por parte de la Guardia Civil en los sucesos del pasado día 6, cuando un grupo de inmigrantes subsaharianos intentó entrar irregularmente en Ceuta. Nueve de ellos murieron, según el ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, aunque las ONG calculan más de 15 fallecidos.
El portavoz de la comisaria europea de Interior, Cecilia Malmström, dijo a Efe que "espera que las autoridades españolas faciliten más aclaraciones acerca de esta cuestión seria".

Los cristianos podemos caer en hacer distinciones en las denuncias que realizamos ante el mundo. Me llama la atención ese énfasis tan grande que se hace en torno al aborto, y el silencio que se da en torno al holocausto de tantos niños que mueren por la miseria.

Lo sorprendente es que haya una gran concienciación en la denuncia del aborto, pero no la haya en temas gravísimos como la pobreza o el hambre. Si la misma movilización se diera en torno al hambre, al desarrollo de los más necesitados, creo que seríamos un fermento de cambio en el mundo. Aunque de las palabras debe pasarse inmediatamente a los hechos, por tanto los que denuncian el aborto, si fueran coherentes deberían pasar a una acción al rescate, a la ayuda.

Dios no está contento cuando la iglesia se centra sólo en la preocupación cúltica, abandonando a los necesitados. Las personas, ante el sufrimiento humano, se sienten interpelados, y quieren huir de ella para no sentirse mal. Estos temas deben estar al mismo nivel que la evangelización. Debemos ver la acción social con una visión más amplia, extensa y comprometida.

Los Inmigrantres son los leprosos de nuestro tiempo: Otra clase de lepra mucho más grave, sigue impidiendo curar a los leprosos de hoy y a los afectados por otras muchas enfermedades: Es la lepra del egoísmo, de la insolidaridad, de la injusticia, de la falta de compromiso con los más empobrecidos del mundo.

Todo el sistema del capitalismo neoliberal y cuantos lo secundan activa o pasivamente conformes con él sin combatirlo, son puros y duros victimadores. Todo este desfile de victimadores son la lepra y la lacra más grande y nociva de nuestro tiempo.

¿COMO COMBATIR ESTA LEPRA? No se combate con medicamentos ni hospitales. Es tarea de todo@s, de toda la sociedad; es tarea de educación crítica, es tarea de creer que es posible, es compromiso con los grandes valores del ser humano; es promoción y lucha por los Derechos Humanos; es preguntarnos por la responsabilidad que tenemos cada uno de nosotros; es conversión de nuestra propia mente y nuestro corazón; es elegir y discernir a la hora de votar; es manifestarse personal y públicamente en defensa de la sociedad, de todo ser humano.

Porque ya no contestamos a la pregunta de Dios a Caín: "¿Dónde está tu hermano?". Y, cuando queremos contestar, nos lavamos las manos, con el clásico "la culpa no es de nadie, porque es de todos".

Tiene Razón Xabier Pikaza cuando dice:Entre fugitivos, perseguidos, ha crecido Jesús, en las fronteras de la cárcel. Allí tenemos que buscarle y encontrarle los devotos de María, Virgen fugitiva y perseguida. El nacimiento de Dios es misterio de gozo, de gloria y de canto; pero, al mismo tiempo, es crisis y tiempo muy fuerte de llanto: para compartir el sufrimiento humano ha nacido Jesús. Allí donde es más fuerte la opresión le hallamos, con María su madre y con José, el esposo bueno.”


Animo a los creyentes a alzar la voz, una voz que tenga su complemento en una acción concreta. Además, veo la necesidad de un compromiso de por vida con la defensa del necesitado. Y por último, quiero expresar mí deseo de recuperar la integralidad del evangelio, que no se puede parcelar, y por ello pido coherencia en la visión que es la lucha por la vida y contra el sufrimiento.

viernes, 14 de febrero de 2014

Fernandez de Mesa: del Prestig a la Guardia Civil


Fernández Mesa mintió durante la marea negra del Prestige y lo ha vuelto a hacer ahora, con la tragedia de Ceuta. Antes como delegado del Gobierno en Galicia, hoy como director general de la Guardia Civil.

http://www.eldiario.es/escolar/Prestige-Guardia-Civil_6_227537268.html
"Probablemente el fuel no toque la costa gallega".
"El destino del fuel en el fondo del mar es convertirse en adoquín".   
"Hay una cifra clara, y es que la cantidad que se ha vertido no se sabe".
Arsenio Fernández de Mesa, delegado del Gobierno en Galicia durante la catástrofe del Prestige. Hoy dirige la Guardia Civil.
¿La gran diferencia entre España y una democracia europea? Dos conceptos muy ligados entre sí: la impunidad y la ausencia de responsabilidad. No hay castigo en política, ni penal ni civil; nadie dimite ni asume las consecuencias cuando las cosas van mal. Los errores salen tan baratos que no hay muchos incentivos para hacer las cosas bien. A la hora de prosperar, pesa más la lealtad con el líder que la buena gestión. ¿Un ejemplo? El director general de la Guardia Civil, Arsenio Fernández Mesa, exdelegado del Gobierno en Galicia durante la catástrofe del Prestige.
Fernández Mesa mintió durante la marea negra del Prestige y lo ha vuelto a hacer ahora, con la tragedia de Ceuta. Hoy, igual que ayer, el director de la Guardia Civil ha engañado a los ciudadanos, ha manipulado la información de forma palmaria, ha intentado desviar la atención y ha hecho todo lo posible por eludir su responsabilidad.
Fernández Mesa se ha paseado por los medios asegurando, sin despeinarse, que el trabajo de la Guardia Civil fue "impecable", que "es inaudito cuestionar a la Guardia Civil", que "no hay nada que ocultar", o que las ONG que han denunciado lo que allí pasó "deberían interesarse por los tres guardias civiles heridos" en vez de preguntar tanto por los 15 inmigrantes muertos.
Cada día está más claro que el Ministerio del Interior nos engañó con los muertos aún calientes en la playa. Ya van cinco días desde la tragedia y no pasan 24 horas sin que los portavoces del Gobierno cambien su versión, a medida que sus sucesivas mentiras quedan en evidencia.
La última tomadura de pelo es este vídeo que se merece el Goya del año a la mayor manipulación, una edición chapucera que pretende probar que nada raro ocurrió, pero que omite precisamente las imágenes en las que la Guardia Civil cargó con botes de humo y pelotas de goma contra los inmigrantes (unas cargas que en un primer momento negaron, igual que desmintieron que hubiese cámaras de vídeo allí).
Fernández Mesa es un político que está ahí por su excelente relación personal con Mariano Rajoy. Ni su gestión previa –"el destino del fuel es convertirse en adoquín"– ni mucho menos su formación justifican sus sucesivas responsabilidades públicas.
El adornado currículum de Fernández Mesa también ganaría un Goya: el de mejor guión adaptado (de ciencia ficción). El director general de la Guardia Civil se presenta como "funcionario del Estado", "inspector técnico de la multinacional inglesa International Marine Coatings LTD" en excedencia y "diplomado en Altos Estudios Militares".
Oculta que su plaza de funcionario es como auxiliar de jardinería en una oposición donde apenas se pedía el graduado escolar, que la multinacional inglesa es una empresa de pintura para barcos y que sus "diplomaturas" son unos cursos del Ministerio de Defensa para diputados y senadores, no una titulación universitaria como podría parecer.
Hoy, igual que ayer, Fernández Mesa demuestra que "el Gobierno de los mejores" es, en realidad, el de los mejores amigos de Rajoy. Y que no importa que vuelva a meter la pata en Ceuta como antes hizo con el Prestige. Si sigue leal al líder, seguro que le volverán a ascender.


El ministro del Interior reconoce el uso de "material antidisturbios" para reprimir la avalancha de inmigrantes en Ceuta

 
El ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, ha reconocido hoy que se utilizó "material antidisturbios" para tratar de evitar la entrada de un grupo de inmigrantes a Ceuta a través de la Playa del Tarajal y que acabó con la muerte de al menos 9 de ellos.Fernández Díaz, ha explicado durante su comparecencia en el Congreso, que los inmigrantes "la mayoría jóvenes de complexión atlética" mostraban una "inusitada actitud violenta". Asimismo, ha advertido que no se produjo ninguna devolución en caliente ya que ningún inmigrante logró pisar suelo español.Además ha anunciado que, las autopsias a los cuerpos están confirmando que sus muertes fueron por sumersión y, en ningún caso, hay relación de causa efecto entre el empleo de los medios antidisturbios por parte de la Guardia Civil y sus muertes.El titular de Interior ha hecho especial hincapié en resaltar la encomiable labor humanitaria desempeñada por la Guardia Civil. "No merecen reproches ni acusaciones", ha enfatizado.
Aunque España tiene gobiernos laicos, muchas veces los cristianos no tenemos por menos que comparar los idearios y realizaciones políticas con lo que nos dice la Biblia. Así ha ocurrido con el tema de la homosexualidad, el aborto y las temáticas sexuales en general. No suele ocurrir lo mismo con otros temas que recoge la Biblia como pecados contra Dios y contra los hombres. Me refiero a los temas de la opresión de los trabajadores, las injusticias hechas contra ellos, contra los más débiles, contra los extranjeros… Es como si éstos, no fueran para muchos cristianos pecados tan fuertes o duros como los nombrados en relación con la sexualidad… y pasamos de ello como “pecadillos” irrelevantes… quedamos pasivos ante la injusticia y el pecado.

Hay que tener cuidado en nuestros juicios. En este momento, en España se está violentando a un colectivo al que la Biblia defiende, se está pecando contra él. Es el caso de los inmigrantes, aunque también ocurren cosas similares, en este momento del gobierno de España, con los más débiles de la sociedad en general. La opresión contra los débiles del mundo es algo contra lo que clama la Biblia a “voz en cuello”. Los cristianos deberíamos denunciar y clamar contra los gobiernos injustos.

Jesús se identifica con los extranjeros. Quizás sea motivo, según algunos, para escandalizarse de Jesús. No es extraña esta identificación después de tantas recomendaciones bíblicas inspiradas por Dios en el Antiguo Testamento. Así, Jesús, en el Evangelio de Mateo, en el Juicio de las Naciones, una de las condiciones que se tienen que dar para heredar el Reino preparado desde la fundación del mundo, es la de haber acogido al extranjero: “Porque fui extranjero y me acogisteis”, nos dice Jesús.

En la denuncia profética, los extranjeros, junto a los huérfanos y las viudas, era un colectivo que tenía que ser defendido y al que había que hacerle justicia, eran el prototipo de la persona que, pudiendo ser oprimida y marginada, había que defender. Nada de esto ha tenido en cuenta el nuevo gobierno. Quizás, como gobierno secular, no tenga por qué tener en cuenta las orientaciones bíblicas. No está tratando como a un natural a los extranjeros que están dentro de nuestras puertas. Nuestro gobierno, se pone así de espaldas al texto bíblico.

Por otra parte, la ética del Antiguo Testamento de cara a los inmigrantes, está basada en un hecho claro que el pueblo de Dios debería tener en cuenta:  “Porque extranjeros fuisteis vosotros en tierra de Egipto”. Allí ellos sufrieron injusticias y opresiones que no habían de repetirse entre el pueblo de Dios. El icono de Egipto es clave para el comportamiento ético que habían de tener para con los extranjeros, para con los inmigrantes. Debemos denunciar todo comportamiento opresor en contra de la ética, en contra de lo humano. Debemos denunciar lo inhumano… porque extranjeros fuimos.

Los españoles también tuvimos nuestro Egipto. El icono que el pueblo de Dios tenía que recordar para no volver a repetir las injusticias, marginaciones y robos de dignidad, lo podemos tener nosotros, por poner un ejemplo entre otros muchos iconos que se podrían poner, en Alemania, donde fuimos reconocidos con un apalabra que se fue cargando de contenido xenófobo:  Gastarbeiter . No éramos como los naturales del país. Hoy, cuando todavía tienen que salir nuestros jóvenes profesionales a buscar trabajo en tierra extraña, nosotros debemos recordarlo, para que nuestra ética al inmigrante, al extranjero dentro de nuestras puertas, sea una ética de acogida y de trato igualitario: Como a un natural de entre nosotros debemos tratar a lo s inmigrantes según el texto bíblico. Recomendaciones que queremos pasar al gobierno que actualmente tenemos en España para liberarlo del estigma de la injusticia y de la opresión.

Los israelitas debían tener memoria histórica, algo que, a veces, a nosotros nos molesta y queremos olvidar. Nuestra necesidad como españoles de vivir en tierra extraña como emigrantes y extranjeros, debería ser un  “memorial”  especial que nos hiciera más justos. Por eso, la recomendación o mandamiento bíblico sigue resonando:  “Como a un natural de entre vosotros tendréis al extranjero” . Así de fácil, así de sencillo, así de importante, así de fuerte. Sería el hecho de que este gobierno tratara a los extranjeros dentro de nuestras puertas, no como a inmigrantes diferentes, sino como a  “nuevos ciudadanos”  tratados con la misma dignidad e igualdad que cualquier natural de nuestras tierras.

El texto de Levítico culmina así:  “…Y lo amarás como a ti mismo” . Es el fundamento de la expresión de Jesús:  “Amarás al prójimo como a ti mismo” , base de toda la ética cristiana. Surge del contexto de la relación de los cristianos con los extranjeros, con los inmigrantes. Estas frases se deberían gritar con fuertes megáfonos ante nuestros políticos en el gobierno hoy.

El que se les retire su tarjeta de la Seguridad Social y se les deje en el desamparo en cuanto a la sanidad, deberíamos notarlo los cristianos como si a nosotros mismos, como si a nuestros hijos los dejaran en el desamparo. Deberíamos denunciarlo y oponernos a estas normativas de gobiernos injustos. Así, pues, al inmigrante debemos tratarlo, mimarlo y sentirlo como si se tratara de nosotros mismos. Es nuestro prójimo que, al igual que en la Parábola del Buen Samaritano, queda tirado al lado del camino, apaleado y despojado de algo que necesita para poder vivir con paz y dignidad.

Oremos por nuestro actual gobierno para que no quede de espaldas, en la injusticia, ante el Dios de la vida que clama por la justicia al extranjero.