domingo, 13 de octubre de 2013

El obispo de Mondoñedo y los pobres



El obispo de Mondoñedo y los pobres

En una entrevista publicada hoy en la Voz de Galicia el obispo de Mondoñedo dice lo siguiente: “Junto a los pobres sientes a Dios” El obispo llama la atención sobre el sufrimiento que la crisis causa a cada vez más gente

Monseñor, necesitamos un gesto que refleje claramente que no viven ustedes ajenos a esta tremenda crisis que tanto hace llorar y sufrir. Un gesto que demuestre a las claras que, además de Caritas y de todo el aparato socio-caritativo, la jerarquía quiere que la Iglesia siga siendo la punta de lanza en la lucha para paliar los dramáticos efectos de la crisis.
Ya llegamos tarde, como siempre, al tema de los desahucios. Un tema en el que el cardenal Rouco cambió radicalmente de idea: Primero mandó expulsar a los desahuciados encerrados en La Almudena, para terminar pidiendo públicamente una solución "justa, equitativa y solidaria" a su drama.
 
La iglesia católica puede hacerlo. Tenemos una inmensa red de locales e instituciones repartidas por toda la geografía nacional. Tenemos recursos disponibles y voluntarios (millones de voluntarios) dispuestos a hacerse cargo de ellos. Lancen una cruzada solidaria. Salgamos a las calles a invitar a las bodas. Carguemos con los desheredados, como el buen samaritano. En eso, sólo en eso, nos reconocerán como discípulos de Cristo. Y si no damos trigo en las duras, no esperemos que nos escuchen predicar en las maduras. Ésta es la nueva evangelización que se está esperando en la calle como agua de mayo.
 
Hace unos años también pude leer en un diario gallego de tirada nacional en el que usted aconsejaba a los ayuntamientos a mejorar las ayudas sociales, cosa con la que estoy a medias de acuerdo con Usted pero en este caso mi queridísimo Sr. Obispo me veo en la obligación de recordarle estos tiempos de Crisis   lo siguiente.

La Diócesis de Mondoñedo-Ferrol es una de las que mas patrimonio parroquial posee, casas parroquiales, donaciones de viviendas, edificios... La mayor parte de los cuales se encuentran en una lamentable ruina y otros están infrautilizados.

Me parece muy bien que Usted dentro de sus facultades pida una mejora en las ayudas sociales, con lo cual estoy totalmente de acuerdo y le apoyo en todo, pero en mi caso le voy a pedir que organice los bienes de su diócesis con el fin de sacar mas fines sociales al tiempo que evitamos la ruina de este patrimonio.

Como no me gusta criticar sin hacer aportaciones desde un punto de vista constructivo:

1º Las casas parroquiales, hoy casi todas en desuso, pueden pasar a ser locales dedicados al turismo rural. Me puede Usted contestar que no le llega el dinero o que no lo tiene para pagar las restauraciones, lo cual puede ser cierto pero vamos a ver si puedo darle alguna idea.

A) Cedanse las casas parroquiales a empresas o particulares que quieran restaurarlas a cambio de una cesión y una mínima cantidad de alquiler.
B) Con eso tendría parte de los bienes de las diócesis en uso y no en el actual estado de ruina o abandono que están algunas al tiempo que si negocia bien podrían tener el espacio para que un sacerdote pueda vivir en ellas e incluso en temporada baja puedan ser usadas para casas de retiro o incluso para connivencias cristianas de jóvenes.

2º Que las casas que la Diócesis tiene dentro de la ciudad, sean rehabilitadas, con dinero de la Diócesis o bien vendiendo algunas para poder restaurar otras o como ya he dicho anteriormente pasarlas a constructores que restauren las viviendas o edificios a cambio del uso de los bajos comerciales.

Con estas viviendas podrían pasar a tener casas/apartamentos de 40 ó 60 metros cuadrados para vivienda de jóvenes, familias que por lo que sea no pueden pagar rentas durante un tiempo determinado o para casas de acogida o para estudiantes que vienen a la Universidad de Ferrol...

Todo esto son Ayudas Sociales, mi querido Sr. Sánchez Monje, todo esto es sacar partido a los bienes eclesiales que en un momento de crisis como este no deben estar parados sino dedicados a las ayudas sociales de las que Usted habla.


Es cierto que igual la gestión que propongo es complicada en un principio y que el grupo de ecónomos de la Diócesis lo vean hasta complicado, pero nada es fácil, lo fácil es vivir de la subvención y de la ayuda social.

Como ve; en ningún momento hablo de desprenderse de bienes sino todo lo contrario usarlos con cabeza y en unos fines que son de lo mas Social, porque una vivienda de 40 o 60 metros cuadrados puede alquilarse por 240 o 340 euros mas o menos y no sabe lo que puede suponer esto para una familia de dos o tres personas que no pueden llegar a la hipoteca por estar en le paro... O para estudiantes... O para sacerdotes jóvenes de la diócesis que en algún momento Irán llegando, si así el Espíritu Santo lo quiere.

Le pediría mi Sr. Obispo que analice todo esto con mucho cuidado pero no deje de pensar en que muchos de esos bienes fueron donados por personas que conformaban la sociedad de hace años y que seguro que a esas personas que en su día donaron a la Iglesia lo que en vida fue suyo les gustaría ver esos bienes puestos como ayuda social en los momentos de mayores dificultades.

Eso acerca a los ciudadanos, por muy alejados que estén, a Dios y de paso humaniza a la Iglesia que pasa a ser vista como la Madre que tiene que ser en vez de organización que nunca debe ser.

¿Tendrán agallas el obispo de Mondoñedo y demás “pastores” para seguir tan lógicos consejos? De tenerlas, deberían darse prisa entes de que se les retiren las exenciones de las que ahora disfrutan y se lo hagan todavía más difícil. Y, sobre todo, porque las víctimas de la “crisis” no pueden esperar a que sus eminencias organicen “colectas” entre los fieles para repartirlas beatíficamente.
Por ahora, la Iglesia Católica prefiere, a un esfuerzo de justicia social, seguir presionando al Parlamento Español para que le mantenga los privilegios (que no favorecen en nada al pueblo) y seguir optando por alargar la mano a la Administración en demanda de subvenciones (provinentes de los impuestos de todos los españoles, sean católicos o no) a fin de evitar que el tiempo, las termitas, y el moho hagan de las suyas.
(Lc. 12.19-20) “No os hagáis tesoros en la tierra, donde la polilla y el orín corrompen, y donde ladrones minan y hurtan; sino haceos tesoros en el cielo, donde ni la polilla ni el orín corrompen, y donde ladrones no minan ni hurtan”.
Consejo evangélico preceptivo para todo creyente en Cristo ¡cuanto más para quienes se erigen en “pastores” y pretenden darnos consejos y ejemplo¡

Según La Voz de Galicia, El País/ACPress.net , 20/11/2005, actualmente la Iglesia Católica posee el 80% del patrimonio histórico-artístico español. Tiene más de 100.000 propiedades inmobiliarias. El 70% del suelo habitable de las ciudades viejas de Toledo, Ávila, Burgos y Santiago de Compostela pertenece a la ICR. Pero no todos sus bienes están vinculados al culto. La ICR posee por ejemplo 100.000 hectáreas de tierras agrícolas. Una sola de sus fincas, en Badajoz, tiene 7.773 hectáreas y otra, en Jaén, 4.483. La Iglesia católica está exenta de pagar impuestos como los de sucesiones, donaciones y transmisiones patrimoniales.Ninguna otra religión está exenta de pagar esos tributos. Además, la ICR tampoco paga el IBI ni los impuestos locales.
La Comisión Europea lleva desde 1989 intentando, sin éxito, que el Gobierno suprima ese privilegio, contrario al tratado de integración en la UE. En los últimos tres años el asunto ha sido denunciado cinco veces, por el eurodiputado de IU Willy Meyer , ante la Comisión Europea. Meyer alegaba que se está vulnerando el derecho a la libre competencia, porque la Iglesia puede hacer “obras relacionadas con actividades económicas en las que actúa como empresa”(colegios, hospitales…) sin pagar el impuesto que otras empresas privadas sí abonan. “Se trata, simplemente, de aplicar la Constitución. Además, en este momento de crisis, el Estado no se puede permitir dejar de ingresar ese dinero por mantener un privilegio a la Iglesia”.