viernes, 21 de junio de 2013

El escándalo de las "fincas de la Infanta", otra muestra más de cómo el poder se ríe del pueblo sin vergüenza ninguna




No se recuerda nada así en la historia de la Agencia Tributaria. Es el mayor escándalo al que se enfrenta este organismo en los 30 años de Democracia y no hay explicaciones ni hay dimisiones. Cristóbal Montoro, ministro de Hacienda, pasará a la historia como el ministro que más subió los impuestos en este país y el que hundió la imagen de la Agencia Tributaria con un “error” escandaloso que afecta a la Casa Real en un caso tan grave con la investigación judicial del Caso Nóos. Es la primera vez en la historia de España que un miembro de la familia Real, la Infanta Cristina, está siendo investigada por un tribunal, y la primera vez que un ex miembro de la familia, Iñaki Urdangarín, es imputado por gravísimos delitos y se sentará en el banquillo. Si de por sí el tema es muy serio y muy grave, en un contexto en que los casos de corrupción emergen con una durísima crisis económica, es incomprensible que la Directora General de la Agencia Tributaria no haya sido cesada y Montoro no haya dimitido.

La falta de diligencia que la propia Hacienda admite en las operaciones de venta de terrenos con las que se vincula a la Infanta Cristina es la última de una larga serie de dejadeces en la investigación a la hija del Rey. Como siempre, el remate viene cuando tratan de justificar los "errores"...

La falta de diligencia que la propia Hacienda admite en las operaciones de venta de terrenos con las que se vincula a la Infanta Cristina es la última de una larga serie de dejadeces en la investigación a la hija del Rey, hasta el punto de que PSOE e IU han pedido explicaciones parlamentarias al ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro.

Hacienda ha cometido, al menos, cuatro irregularidades en la investigación a la Infanta denunciadas en muchos casos por los jueces de Palma de Mallorca.


Es lo que concluyen los peritos consultados que aseguran que todos los protocolos de los notarios (resumen de sus operaciones) son revisados individualmente y en ellos se resumen el nombre del fedatario, la fecha, las partes intervinientes y el valor de las operaciones. Todos ellos están a disposición de Hacienda en el IUN (Índice Unificado Notarial) por lo que la falta de revisión no se produce una vez sino 13. Se trata de una dejadez reiterada o voluntaria porque –concluyen fuentes internas de Hacienda—“se están dando por buenos datos sin ni siquiera comprobarlos”


 La Agencia Tributaria preguntó de forma expresa en dos ocasiones si el Juzgado consideraba que “debían paralizarse esas actuaciones administrativas” reveló el juez Castro en su auto del pasado 3 de junio. “Nadie (ni el juzgado, ni la Fiscalía, ni ninguna de las partes del proceso) puso en cuestión esa decisión adoptada por la Agencia Tributaria en orden a suspender esos procedimientos administrativos", aseguraba el fisco. "En fecha 25 de abril de 2012, el Juzgado dirigió oficio a esta Delegación manifestando que no aprobaba la suspensión de los procedimientos administrativos en curso".

 Saltándose todos los procedimientos habituales, el informe que se envió al juez se “visó” en Madrid. Normalmente la Unidad de Delitos de Barcelona remite la causa al servicio jurídico de su zona, en este caso Barcelona, para que se pronuncie, siguiendo un reglamento interno que data de marzo de 1992. Sin embargo, Madrid reclamó “visar” el informe. La Audiencia de Palma cuestionó ese trámite y criticó abiertamente el escrito asegurando que suscitaba “zonas oscuras” y tiende a exculpar a la Infanta hasta el punto de que el informe sostenía que “esas cuotas defraudadas pueden considerarse como mínimas (…) aunque no han sido siquiera calculadas”.

El instructor del 'caso Nóos' había pedido a la Agencia Tributaria que adscribiera al integrante de Vigilancia Aduanera "que tan eficaz labor ha venido llevando a cabo en la presente causa". Quería que fuera el funcionario NUMA-3173 quien le asesorase en materia tributaria y de blanqueo de capitales. Hacienda dijo no.
La oposición pide explicaciones parlamentarias
PSOE e IU han pedido la comparecencia en el Congreso del ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, para que aclare la "fiabilidad y veracidad" del informe de la Agencia Tributaria sobre la supuesta venta de varias propiedades por parte de la infanta Cristina.

En su petición de comparecencia, los socialistas piden a Montoro que aclare si el informe es veraz después de que la Casa del Rey desmintiera su contenido y negara que la infanta haya vendido las propiedades que se le atribuían.

Técnicos de Hacienda: "Es muy extraño que trece notarios se confundan con un DNI"
Agencias
El portavoz del sindicato de Técnicos de Hacienda (Gestha), José María Mollinedo, ha asegurado, en declaraciones a Europa Press, que siempre se pueden cometer errores, pero 13 y con notarios y registradores distintos es una cosa "muy extraña" y "algo inaudito". Mollinedo se pronunciaba así en referencia al informe remitido por la Agencia Tributaria al juez Castro, en el que atribuye a la Infanta Cristina la venta de 13 inmuebles por 1,4 millones de euros.
  "Errores siempre se pueden cometer, pero trece veces es muy fuerte y que trece notarios distintos se confundan con un DNI y, además, con el mismo DNI, es muy extraño", exclamó.
   En este sentido, quiso dejar claro que "eso no ocurre con los ciudadanos de a pie", ya que, dijo, "puede haber una equivocación, pero no trece". En su opinión, lo ocurrido con el informe de la Infanta "es algo inaudito" y además, alega, todos los errores son "del mismo estilo, con ventas de inmuebles".

"ALGO INAUDITO"

 El portavoz de los Técnicos de Hacienda, asegura que "lo más llamativo es que si esos datos figuraban en la información fiscal de 2005 y 2006 de la Infanta, la Agencia no le enviaran los datos fiscales de los ejercicios correspondientes, le reclamara las cantidades tributarias que debería haber pagado por esas ventas y Doña Cristina hubiera podido aclarar la situación y dejar claro que esas fincas no eran suyas".
   "Lo normal es que la Agencia le hubiera requerido por el incremento patrimonial sin declarar", recalcó y considera que la Agencia Tributaria tiene que dar una explicación de "por qué no lo hizo".
   "Es un error, que parece que lo comete el notario, el registrador, el catastro, Hacienda y al final, tiene que ser un procedimiento como éste el que lo destape", señaló al tiempo que insistía en que sigue habiendo "muchos interrogantes que no están solucionados para saber quién está cometiendo el fallo". "Mientras que esa información no esté aclarada todo está en el terreno de la conjetura", concluyó.


http://www.kaosenlared.net/component/k2/item/60734-el-esc%C3%A1ndalo-de-las-fincas-de-la-infanta-otra-muestra-m%C3%A1s-de-c%C3%B3mo-el-poder-se-r%C3%ADe-del-pueblo-sin-verg%C3%BCenza-ninguna.html?tmpl=component&print=1


Es comprensible que el Evangelio sea tan duro cuando habla de la insensibilidad ante el sufrimiento de los más pobres. El relato más duro sobre este penoso asunto es la parábola del rico epulón y el pobre Lázaro (Lc 16, 19-31). El hecho es que Jesús presenta el caso de dos hombres que viven en la misma casa: uno bien instalado en su mansión; el otro en el “portal” (“pylôn”, parte del edificio que está dentro de la puerta) (M. Zerwick). Uno, el rico, vestido con refinamiento y “banqueteando todos los días”; el otro, un pobre, tirado en el portal, y tan horriblemente mal, que estaba “cubierto de llagas” y anhelando poder comer algo de lo que tiraba el rico. Y ni eso se lo daban, Más aún, la miseria de este hombre era tal, que “incluso se le acercaban los perros para lamerle las llagas”.

Este espíritu de orgullo y codicia también impregnó al reino judío. Los líderes religiosos de Israel estaban empeñados en la adquisición de riquezas y propiedades. Los fariseos usaron trampas legales para robar las casas de las viudas. Mientras tanto, los huérfanos fueron abandonados, y los desamparados eran abusados. Los trabajadores de clase inferior fueron engañados de sus salarios. Les decían que ellos merecían ser pobres, que Dios les estaba abandonando por sus pecados. Por todo Israel, la actitud predominante era, “Sálvese quien pueda.” Pasaban la vida acumulando, deseando, queriendo más y nunca tenían suficiente.

Lo que estamos pasando y sufriendo  la crisis tiene mucho que ver con la insensibilidad ante el sufrimiento de los más pobres. ¿Qué explicación tiene, si no, que los obispos se pongan a hablar del amor familiar cuando hay tanta gente al borde del suicidio? ¿Cómo se explica que los de la  “derecha más religiosa” sea la que ha legislado las medidas más duras contra los pobres, haciendo la vista gorda ante la abundancia de los más ricos? Y nuestros obispos siguen callados. ¿Por qué no se echan ahora a la calle como lo hicieron  cuando los homosexuales? ¿Por qué será que la religión hace a los hombres de Iglesia tan sensibles en unas cosas y tan insensibles en otras? ¡Qué raro es todo esto! ¿No?
           
 Las numerosas palabras de juicio que leemos en los evangelios van dirigidas, casi sin excepción, no contra los que cometen adulterio, engañaban etc., sino contra los que condenaban enérgicamente el adulterio y expulsaban de la comunidad a los mentirosos y engañadores. “¡Raza de víboras!” en (Mt12,34; 23,33). No se llama así a los pecadores sino a las personas piadosas. Y en (Lc 18, 9-14), quien agrada a Dios no es el fervoroso fariseo, sino el publicano. ¿Por qué? Porque las personas piadosas con su teología y su piedad, se han separado de Dios. Pues una piedad que conduce a la insolencia y a la seguridad de si mismo, es algo que casi no tiene esperanza.

Nuestro testimonio a un mundo maldecido por el pecado debe incluir tanto la predicación como la manifestación, tanto en Palabra como en hecho. Nuestra proclamación de Cristo no puede estar divorciada de nuestras obras de ayuda. Como Santiago dice, tales obras ayudan a demostrar el poder del evangelio:
“¿Qué ganancia, mis hermanos, aunque un hombre diga él tiene fe, y no tiene obras? ¿Podrá la fe salvarlo? Si un hermano o la hermana están desnudos, y tienen necesidad de alimento diario, y uno de ustedes les dicen, Id en paz, sed vosotros calentados y llenos; pero no les distes las cosas que son necesarias al cuerpo; ¿Qué aprovechara? " (Santiago 2:14-16).

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