viernes, 7 de diciembre de 2012

Piden al arzobispo de Paris que ayude a los más pobres


La ministra de Vivienda francesa urgió a la Iglesia católica recibir a los sin techo bajo amenaza de expropiar  sus espacios inutilizados.

No entiendo por qué la Iglesia Católica no comparte nuestros objetivos de solidaridad”, dijo Duflot, uno de los dos ecologistas del gobierno socialista del presidente Francois Hollande, al diario Le Parisien.

“La Iglesia forma parte de las personas morales a las que el Estado puede requisar. Parece que el arzobispo de París posee varios edificios casi vacíos. Acabo de escribirle una carta para ver cómo se pueden utilizar esos locales”, agregó la dirigente durante la entrevista con el periódico.

Como ante cada invierno, el debate sobre los sin techo, que se multiplican en pleno centro de París debido a la crisis económica europea, comenzó a ocupar la agenda mediática con el comienzo, esta semana, de las bajas temperaturas.
Sin embargo, la ministra de Vivienda fue más allá y se dijo dispuesta a expropiar temporaria o definitivamente los edificios vacíos que pertenezcan a bancos, compañías de seguros, empresas públicas o privadas, pero también a la Iglesia, si las 19.000 plazas dispuestas para albergar a las personas que viven en la calle no son suficientes durante el invierno.

Monseñor, necesitamos un gesto que refleje claramente que no viven ustedes ajenos a esta tremenda crisis que tanto hace llorar y sufrir. Un gesto que demuestre a las claras que, además de Caritas y de todo el aparato socio-caritativo, la jerarquía quiere que la Iglesia siga siendo la punta de lanza en la lucha para paliar los dramáticos efectos de la crisis.

Ya llegamos tarde, como siempre, al tema de los desahucios. Un tema en el que el cardenal Rouco cambió radicalmente de idea: Primero mandó expulsar a los desahuciados encerrados en La Almudena, para terminar pidiendo públicamente una solución "justa, equitativa y solidaria" a su drama.

La iglesia católica puede hacerlo. Tenemos una inmensa red de locales e instituciones repartidas por toda la geografía nacional. Tenemos recursos disponibles y voluntarios (millones de voluntarios) dispuestos a hacerse cargo de ellos. Lancen una cruzada solidaria. Salgamos a las calles a invitar a las bodas. Carguemos con los desheredados, como el buen samaritano. En eso, sólo en eso, nos reconocerán como discípulos de Cristo. Y si no damos trigo en las duras, no esperemos que nos escuchen predicar en las maduras. Ésta es la nueva evangelización que se está esperando en la calle como agua de mayo.

¿Tendrán agallas el arzobispo de Paris y demás “pastores” para seguir tan lógicos consejos? De tenerlas, deberían darse prisa entes de que se les retiren las exenciones de las que ahora disfrutan y se lo hagan todavía más difícil. Y, sobre todo, porque las víctimas de la “crisis” no pueden esperar a que sus eminencias organicen “colectas” entre los fieles para repartirlas beatíficamente.
Por ahora, la Iglesia Católica prefiere, a un esfuerzo de justicia social, seguir presionando al Parlamento Español para que le mantenga los privilegios (que no favorecen en nada al pueblo) y seguir optando por alargar la mano a la Administración en demanda de subvenciones (provinentes de los impuestos de todos los españoles, sean católicos o no) a fin de evitar que el tiempo, las termitas, y el moho hagan de las suyas.
(Lc. 12.19-20) “No os hagáis tesoros en la tierra, donde la polilla y el orín corrompen, y donde ladrones minan y hurtan; sino haceos tesoros en el cielo, donde ni la polilla ni el orín corrompen, y donde ladrones no minan ni hurtan”.
Consejo evangélico preceptivo para todo creyente en Cristo ¡cuanto más para quienes se erigen en “pastores” y pretenden darnos consejos y ejemplo¡


Según La Voz de Galicia, El País/ACPress.net , 20/11/2005, actualmente la Iglesia Católica posee el 80% del patrimonio histórico-artístico español. Tiene más de 100.000 propiedades inmobiliarias. El 70% del suelo habitable de las ciudades viejas de Toledo, Ávila, Burgos y Santiago de Compostela pertenece a la ICR. Pero no todos sus bienes están vinculados al culto. La ICR posee por ejemplo 100.000 hectáreas de tierras agrícolas. Una sola de sus fincas, en Badajoz, tiene 7.773 hectáreas y otra, en Jaén, 4.483. La Iglesia católica está exenta de pagar impuestos como los de sucesiones, donaciones y transmisiones patrimoniales.Ninguna otra religión está exenta de pagar esos tributos. Además, la ICR tampoco paga el IBI ni los impuestos locales.
La Comisión Europea lleva desde 1989 intentando, sin éxito, que el Gobierno suprima ese privilegio, contrario al tratado de integración en la UE. En los últimos tres años el asunto ha sido denunciado cinco veces, por el eurodiputado de IU Willy Meyer , ante la Comisión Europea. Meyer alegaba que se está vulnerando el derecho a la libre competencia, porque la Iglesia puede hacer “obras relacionadas con actividades económicas en las que actúa como empresa”(colegios, hospitales…) sin pagar el impuesto que otras empresas privadas sí abonan. “Se trata, simplemente, de aplicar la Constitución. Además, en este momento de crisis, el Estado no se puede permitir dejar de ingresar ese dinero por mantener un privilegio a la Iglesia”.



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